El lugar es espectacular. Estás sentado en tu mesa y vas girando a medida qué pasa el tiempo, contemplando la ciudad. Tenías muchas expectativas pero la comida me decepcionó. El sabor y porción de los pescados son muy malos. Las paellas es el único plato rescatable aunque un poco grasosos. La atención no es buena. Fui, conocí, pero no volvería. Interesante conocerlo e ir una sola vez. Me pareció muy costoso.