Para los que la más mínima gota de picante les hace daño es mejor que pidan cerdo al caramelo que es espectacular. El pulpo crujiente es una locura pero realmente me tocó compartir el plato porque ese saborcito picante típico vietnamita ya me estaba afectando un poco. A la cerveza de la casa le doy un 6 ya que "aguanta" pero no te tomas dos. Baño impecable. Lo único malo era el mesero, ya que en su afán de ser exageradamente atento, ya se pasaba de intenso y mirón. Lo demás es rico. Buen sitio