Es uno de mis restaurantes preferidos, aunque hay 7 pisos, la mayoría de veces hay que hacer fila para poder entrar, pero vale la pena la espera porque la especialidad de los platos es comida colombiana y todo, absolutamente todo es delicioso. Amo las sopas; el cuchuco y la mazamorra chiquita son mis preferidas, cada día hay un listado de sopas del día. La carta es variada tiene carne, pollo, pescado, las porciones son adecuadas. Todos los platos tienen acompañamiento (arepa boyasence, que es sabrosa o yuca y papa salada). Uno queda satisfecho. De veras que vale la pena comer en este restaurante.