Había ido hace años y me gustó, así que anoche lo propuse para una celebración en familia. Eramos 14 personas. Fue algo decepcionante. El ambiente y el servicio fueron buenos. La comida tuvo platos buenos y otros realmente malos. La minestrone estaba insípida y le pusieron algunas espinacas duras. El caneloni de pollo tenía el relleno seco, el sabor no era agradable, y la pasta estaba un poco dura. La lasagna estaba salada. El sabor de la crema de tomate resultó hostigante. Por el precio que cobran no es admisible que haya fallos en tantos platos. En definitiva la relación costo beneficio no es favorable.