La comida en general es rica y la presentación se destaca. Especialidad: hamburguesas y algo de parrilla. Quiero resaltar que tienen su propio huerto a la vista y se siente la frescura de los alimentos. La hamburguesa balú estuvo rica el queso paipa le da un toque diferente pero el tamaño podría ser un poco mas generoso. La trucha al limón y ajo, deliciosa! la recomiendo. Iba con una gran expectativa por los postres, que aunque son buenos les falta; NO recomiendo la cata de 3 mini postres porque son todos casi iguales preferiblemente probar uno grande y completo. El restaurante tiene 2 espacios: uno abierto y el otro cerrado, ambos campestres, excelente ambiente y como no es tan grande el tiempo de servicio es rápido.