El restaurante queda a las afueras de Bogotá, es apropiado para disfrutar con la familia e incluso recomendado para volar cometa. Hay algunas actividades para hacer mientras se espera la comida: montar pony, parque para niños. Desafortunadamente el servicio es ineficiente, se demoran en tomar el pedido, luego en entregar las bebidas y las entradas, el plato fuerte y hasta la cuenta. La carta es variada y el sabor y temperatura de los platos es adecuado. !!Ojalá mejoren el servicio!!