Debo decir que tenía un buen concepto de este restaurante ... deje de ir por un par de años y las dos últimas veces que lo visité no me fue muy bien. El restaurante algo vacío y tanto para pedir la orden como para que llegarán los platos y para tener la cuenta fue una eternidad, platos fríos y con sabor a congelado. Los tiraditos y los rolls han salvado ambas noches y para cerrar se puede ir a la fija con los shots de degustacion. Voy a esperar un tiempo para darle una última oportunidad y espero que me vuelva a conquistar.