Se debe empezar por el ambiente, es francamente llamativo, comenzando por la bienvenida con bailarinas muy churras y pasando por una decoración muy asiática con salas que asemejan algún sitio típico de dicha región. El servicio es bueno, pero lo complica la cantidad de personas y las distracciones adicionales. La comida es árabe y aunque no es la mejor es muy buena. Acompañe el rato con una Narguila.