Fui con familia y amigos el día del plebiscito y el lugar estaba abarrotado. Las entradas se demoraron 15 minutos en llegar y los platos fuertes otros 32 minutos. Trajeron las salsas cuando ya habíamos acabado las entradas y los platos llegaron en desorden. El lugar no tenía cómo acomodar a 8 personas. El ajiaco vino sin alcaparras o crema porque se les había acabado. A pesar de todo, la comida estuvo buena, excepto las limonadas que nadie pudo acabar por lo dulce que estaban.