El sitio es muy bonito y evoca a Gaudi y el ambiente español. Buenas opciones de tapas en la carta. La sangría estaba buena y el postre rico, aunque muy limitado en su carta. La atención muy amable y oportuna. La comida me pareció muy pesada, muchas salsas y a veces se perdía el sabor del plato. Por ejemplo en las morcillas. La míni paella tenía muy buen sabor, especialmente por los pimentones.