El lugar es difícil de encontrar al ser solo con reserva y no tener un letrero en la puerta. Una vez uno ingresa descubre un lugar con muy buen gusto, donde los Martinis son fabulosos al igual que su ambiente. Gente entre 25-40 años de muy buena onda. La comida es buena traen picadas al centro de la mesa y vas compartiendo varios platos mexicanos, con buen sabor.