En lo que respecta a precio-calidad, la Pesquera Jaramillo no justifica sus precios en su calidad. Si bien tiene una muy amplia oferta de productos de mar, en mi opinión no alcanza la calidad y la presentación de la Fragatta. Me decepcionó el róbalo en salsa vasca, si bien el pescado tenía gran sabor y textura, la salsa no me convenció. Muy buenos los langostinos apanados al coco, pero nuevamente, el precio excesivo para 5 langostinos. Muy buena la crema catalana. Bueno el servicio pero regular el ambiente. Sin duda alguna no es la mejor opción de comida de mar en Bogotá, aunque bien puede ser la más costosa.