Fui un viernes en la noche y no había más de la mitad de la carta, lo cual es inaceptable para cualquier restaurante. No había bondiola, no había ninguna pasta y sólo tenían dos tipos de pizza. Tienen cocteles en la carta y no tenían vodka y los que pedimos se demoraron 30 minutos en llegar a la mesa. Eso si, hay que ser justos con que la comida (la poca que había y pedimos) estaba buena, sobre todo las mollejas. No vuelvo.