Este restaurante en un tiempo fue muy buen, en especial para comer todo tipo de carnes, ya que las hamburguesas nunca me gustaron; el hecho de que sean grandes y llenas de champiñones no les quita el débil sabor de la carne. Sin embargo, a través del tiempo se ha ido demostrando que la fama lleva a estos sitios a perder el control y aumentar los precios de manera exuberante. Es por este motivo que no volví, ya que las carnes deliciosas y jugosas de convirtieron en platos grandes sin sabor, la atención de los meseros desmejoró bastante y el sitio a mi parecer ya no tiene nada que lo haga agradable.