Me parece que toda persona que visite Bogotá, debe cenar en este restaurante. Aperitivo antes de tomar el fonicular, piano en vivo, mesero atento y conocedor de los platos, decoración clásica y armónica y una de las mejores vistas de Bogotá. ¡Ah! Y la comida...me parece una digna representante de la comida francesa: el pato, el conejo, el pescado, todo delicioso. Y si, tienen sommelier y una cava de vinos interesante y variada.