Con el combo de amigos una tarde vinimos a recordar los años añorados de la U. con la música rock de los 80 seleccionada; pero lo más chistoso es que no consumimos licor sino tomamos chocolate con empanadas colombianas. El lugar es encantador comenzando porque es un sótano mágico decorado con estrellas, mariposas, haditas es como entrarse en un sueño.