No había vuelto desde la pandemia y da gusto ver qué no ha cambiado. Comida casera muy bien preparada. Las salsas de tomate son buenísimas, en su punto perfecto con el favor justo de la feria y una pizca de acidez. Cambiaron el horno y ya no es de leña pero los platos preparados ahí siguen siendo lo mejor del restaurante. Recomendado la berenjena a la Parmesana. Las media porción es suficiente. De postres la torta imperial hay que pedirla.