He tenido varios desencuentros con Wok, pero esta última vez me pareció bueno el servicio, la comida estuvo agradable y de buena porción. Siento que le ponen mucho arroz a los platos. La crema de arazá siempre será mi bebida preferida. De postre probamos el copón de guanábana, delicioso e ideal para compartir (para una sola persona creo que sería demasiado). Es mi Wok favorito en términos de espacio, la restauración de la casa me parece bien lograda, el problema es que encierra demasiado ruido, hay que hablar fuerte y es difícil escuchar a las personas de tu propia mesa... ideal llegar temprano si no quieres hacer fila durante un buen rato.