Visitando Bogota, y tras leer el artículo de los 50 mejores restaurante de Latinoamerica, nos aventuramos -dos días seguidos, con la suerte de conseguir reserva- a cenar y luego almorzar a Harry Sassoon . De inicio a fin una experiencia total. La Atencion, desde la llegada, pasando por la bienvenida, la arquitectura y ambiente creado en la mansión, dan un preámbulo -pequeño- de lo que viene. Siempre acompañados de un buen vino, cortesía de la recomendación de un activo camarero, degustamos inicialmente lo que puede definir solamente como una espectacular Molleja de ternera: suave, con increíble sabor y textura y abundante. El hongo portobello relleno acompañado con espárragos, fue una mezcla de sabores espectacular. El pulpo, de mis favoritos, otra explosión de sabor. La recomendación de la casa vino en forma de la famosa sobrebarriga: suave, jugosa, se deshacía al corte y perfecta para dos -incluso tres personas -. Muy feliz de la experiencia, bien merecido el reconocimiento, y espero poder volver pronto. Ultra recomendación!