Es un restaurante con una propuesta muy interesante cocina fusión francesa colombiana. He tenido la oportunidad de ver la evolución del restaurante desde sus anteiores sedes hasta la actual en la Alianza francesa. A destacar los platos fuertes, el Jarrete de cordero nunca falla, carne súper suave, buen sabor y porción (en general todos los platos son de porción generosa y eso se agradece). Es curioso que los platos fuertes son considerablemente más ricos que las flambées (tipo de pizza francesa que le da el nombre al restaurante), creo que podrían hacerlas más interesantes, "la Cerdita" me gusta, pero "el Romano" me pareció un poco simple. Los jugos podrían ser más interesantes y el Créme brûlée de maracuyá no estaba rico, lo recomendaban mucho pero el de ese día estaba muy dulce y sabía mucho a huevo. La sede de la Alianza no está mal pero es mejor reservar porque suelen tener muchas mesas reservadas.

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