Definitivamente es un restaurante para ir a vivir una buena experiencia, un buen momento... más no para comer delicioso. Es muy lindo el restaurante, el ambiente es espectacular, la decoración, el sonido, los platos que tienen en el menú, la manera como te sirven la comida... todo es buenísimo y eso hace que tus expectativas estén muy altas al momento de probar la comida, y la verdad se quedan cortos, es rico.. pero nada del otro mundo. ¿Vale la pena pagar tanto por una comida no tan rica? Quizá, el ambiente lo vale. Pd: Me tocó un mesero súper grosero, mala clase, nos atendió súper mal. Pero creo que fue algo particular, no creo que todos atiendan así. Volvería sólo a pedir una entrada el resto en trago para pasar un buen momento, pero no volvería para una cena.