La peor experiencia de la vida, no volvería ni porque me pagaran, la comida nada que ver, el patacón durísimo, un hogao viejísimo, el pescado parecía como que hubiese pasado mil horas en el aceite, el plato dizque acompañado de arroz con coco y en su reemplazo nos llevaron lo último que les quedaba del día, no tenía presentación lo que sirvieron, y la explicación de la persona que atendió es que ya se había acabado del otro, la sopa que sirven 0 recomendada, parecía una crema de ahuyama con un pedazo de tilapia quemada y tres camarones y como si fuera poco, el servicio el peor, los meseros y cocineros gritaban, cantaban, hablaban sobre cosas personales como si estuvieran en la sala de la casa, hacía mucho no me iba tan mal en un sitio. Leo los comentarios y si no es por la fotos creería que estuve en un sitio diferente al que describen.