Una sorpresa muy agradable en este restaurante. El ambiente es muy bueno, la música, los y las meseras, la cocina es muy bonita y divertida. Compartimos en la barra (el mejor lugar) viendo la preparación de los platos japoneses, sushi, pescados, arroz. La presentación de los platos, cócteles y postres muy bonita. Vale la pena conocerlo y disfrutarlo.