De entrada pedíamos uña patatas bravas recomendadas por el el bartender, buen elección estaba calientes, pero desafortunadamente el lugar no respeta las reservas y esperamos más de 1 hora por una mesa para DOS. La barra es muy incómoda para comer así que decidimos irnos, el personal no busca soluciones hasta que realmente te pones una actitud negativa, lo cual no me parece necesario. Muy mala experiencia y el lugar es pequeño.