Visita en horas de la tarde para probar el café y algo más. Nos recibió un mesero el cual nos dio una mesa minúscula para 3 personas con la falsa promesa de que nos iba a reubicar. Pedimos unas empanadas de carne y una torta red velvet las cuales estaban comunes y corrientes, lo que me cuestiona la relación calidad/precio. Pedí un café Flat&White que es básicamente un café concentrado con leche y muy poca espuma y no me agradó, pero en cuestiones de café todo es subjetivo. No se si valga la pena volver solo por el ambiente.