Comencemos por los precios del desayuno que son exagerados; no hay lugar a unos huevos revueltos de $18,000. No existe relación precio calidad o precio ambiente. Pedí unos huevos rancheros ($22,000) que eran dos huevos fritos con claras crudas, dos tiritas de tocineta y dos salchichas rancheras (si, las Zenu). Nada que ver, no estaría disgustado si me hubiera costado $5,000, pero $22,000 es una exageración para esta miseria de plato.