Hablemos en serio: esta es una pizza costosa. No es una pizza de barrio que uno pida cada dos días. Sin embargo, vale mucho la pena (por eso dije "costosa" y no "cara"). Lo primero que hay que decir, es que esta pizza trae buenos recuerdos a las personas que crecieron en los noventas. Este es el primer ataque al corazón del gastronauta. Esto es interesante: más allá del sabor, la comida a veces simplemente ataca un sentido abstracto, la memoria. Puedo entender, básicamente, que alguien disfrute de un alimento sólo porque le traiga buenos recuerdos, y que incluso ese alimento en cuestión no sea de calidad o que tenga buen sabor. En el caso de pizza por metro, sí hay buen sabor, pero además hay una memoria colectiva alrededor de estos platos, como si antes de meter alimentos a la boca, saboriáramos con em cérebro. Vale la pena hablar de la forma de la pizza que, sorpresa, es una pizza cuadrada y no redonda, y que los tamaños sean métricos (el tamaño de esta pizza es exacto, no hay "pizzas medianas" o alguna otra mediocridad de ese estilo, hay pizzas de 1/4 de metro, por ejemplo). Esa exactitud,besa obsesividad con los tamaños me parece monstruosa y me maravilla. Me parece que es detallista al extremo, y eso me asusta y me fascina. Me imagino a un experto midiendo la pizza. No sé. Esta pizza me encanta.