El lugar es hermoso al lado de la bahía de Panamá . Un ambiente divino con música en vivo , super relajado y tranquilo. La comida no condice con el lugar tan precioso. Todo lo relacionado con pescado y mariscos muy bueno pero yo pedí suprema de pollo y estaba incomible, dura como suela de zapato. Y mi esposo cenó una ensalada con atún y las aceitunas venian con carozo.