Volví después de 10 años y el lugar sigue tan atractivo como entonces, solo que en otro lugar. La comida es realmente creativa, la combinación de sabores, con ingredientes variados, estimula el paladar. Sobresale entre sus vecinos de la ciudad vieja. La atención es muy amable y esmerada. El tiempo, justo para la preparación de los platos. Experiencia recomendable.