¡Fatal! Todo fatal. Un plato de posta de sierra recalentado. Caliente por fuera, frio al interior. Seco y maluco. El mesero se cree dueño, atiende mal y es desatento. Nunca le recomendaré este restaurante a nadie. El ambiente es desagradable, las mesas llenas de arena... No vaya, pues se arrepentirá. Fuimos porque lo recomendó una guía. Fue una mala recomendación.