Este lugar es exótico, su ambiente puede remontar a aquellas épocas del siglo pasado, es muy vintage en todo sentido, sillas, adornos y demás, no está olvidado ni descuidado al contrario es muy limpio y organizado, además que está en una estupenda calle del Centro Colonial. Los helados son completamente artesanal estupendos, coloridos, variados y deliciosos, de echo encontrará sabores que no sabían que existían en helados. Aunque es pequeño el lugar es muy cómodo y ofrece una buena atención. Al hablar del precio les aseguro que vale la pena probar, es delicioso ¿Si lo recomendaría? Claro que si.