Mucha expectativa... que golpazo. Al llegar se demoran en asignar una mesa, y todas desocupadas. La carta de vinos no hay mucho de donde escoger y el mesero ni idea de vinos. El antipasto de pulpo estaba quemado sobre una papa salada. Los raviolis... en la misma salsa del pulpo, que mal. La pasta pene dura... ni modo, vine, probé... no vuelvo.