De los restaurantes de la Plaza de San Diego, es mi favorito. Todo es maravilloso. es un espacio íntimo, donde te tratan como te mereces. Tiene una terraza muy romántica. Hay música en vivo. Casi siempre boleros y son cubano. Les sugiero pedir ceviches, parrilladas y la pizza de camarones me encantó también. Muy buena cava de vino.