El lugar hace parte de un hotel ubicado en plena Plaza de los Coches. Raro, ¿cierto? Pero hacía falta. Y vale la pena este restaurante-café porque precisamente tienen una muy buena variada de bebidas calientes y frías. Y todo muy rico. También ofrecen una carta internacional bastante variada en la que destaco los creppes de camarones. Me encantaron. Muy buen servicio. Precios cómodos. Vale la pena.