AMBIENTE: Fuimos a las 6:00 p.m., a esa hora todavía no está abierto el rooftop así que parece que nos perdimos lo mejor (el primer piso es un restaurante normal, nada especial). La música estuvo fatal, todo el tiempo reggaeton, lo que para acompañar la comida no es agradable, no tienen música planeada para generar una atmósfera y experiencia agradables para comer. COMIDA: La comida está bien pero no es excepcional, el precio muy elevado no está acorde con el producto que ofrecen. Pedimos: Queso ADL (el mejor en relación calidad-precio), Ossobuco (estaba bien pero muy costoso), Marhamon (muy poquitos mariscos, y nada especial), Lobster roll (está bien pero muy caro para ser un sándwich). Obviamente no pedimos postre. ATENCIÓN: El señor que atendió nuestra mesa fue muy amable, la señora que llevó las bebidas no estaba en su mejor día. Falta capacitar al personal sobre los platos que ofrecen, en un restaurante top usualmente explican cada plato para hacerlo más especial, aquí sencillamente lo ponen en la mesa. OPINIÓN GENERAL: Como restaurante no vale la pena, no lo recomiendo, hay muchos restaurantes mejores y con precios más razonables en la ciudad.