La comida tiene muy buen sabor, los helados son su especialidad y aunque ciertamente su carta es muy variada la cantidad de helados puede ser un tanto abrumadora por ser tan extensa. El servicio me dejo con muchas dudas ya que no todo el tiempo nos atendió la misma mesera, la primera quien tomó nuestros pedidos fue muy grosera y cuando quisimos reclamar por la calidad de uno de los platos tardaron mucho en atendernos (al punto que uno de mis acompañantes tuvo que acercarse a la caja solicitando que enviarán a alguien) y fue otra mesera distinta quien se hizo cargo del imprevisto.

Estuvimos celebrando el grado mi mejor amigo, la reserva era para más de 15 personas y el servicio estuvo un poco demorado con las bebidas. Sin embargo mientras esperábamos disfrutamos de un agradable show en vivo que fue el complemento perfecto de la deliciosa comida. Considero que el pollo ricotta con mandarina es uno de sus mejores platos ya que los sabores están muy bien balanceados, es decir que el dulce de la salsa de mandarina se fusiona con el relleno de queso ricotta y espinaca. Sin duda regresaría!!!