Hoy hice un pedido para llevar en Gordo. Compré la única opción vegetariana que ni siquiera aparece en la carta, pero que prometía ser un plato decente: una hamburguesa de hongo portobello con salsa de pesto de tomate. Pedí una adición de queso cheddar. Total, $ 22,000 sin propina. Ojalá pudiera anexar una foto para que todos vieran la verguenza de hamburguesa que me vendieron y que solo pude constatar cuando ya había dejado el restaurante. El Portobello era un honguito irrisorio que no ocupaba ni la un 50% del tamaño del pan, el pesto y el queso dificilmente detectables. No sé si esta sea una política de mediocridad y tacañería para toda la comida de este restaurante o si sea solamente para irrespetar a cualquier vegetariano que ose visitarlos.