El desayunadero más antiguo de Bogotá, pequeño en espacio, pero grande en historia, el servicio del personal es muy bueno, agiles, rápidos y amables, deliciosos sus tamales y ni hablar de la espectacular changua.
1 Me gusta
El desayunadero más antiguo de Bogotá, pequeño en espacio, pero grande en historia, el servicio del personal es muy bueno, agiles, rápidos y amables, deliciosos sus tamales y ni hablar de la espectacular changua.
Actualiza tu navegador para ver esta página correctamente. Actualizar mi navegador ahora