Fui de viaje a Bogotá y lo primero que me dijeron ve al restaurante Al agua patos los platos son buenisimos. Y la de verdad que no se equivocaron. Una combinación excepcional, jamás se me hubiese ocurrido mezclar tantas cosas en un tostada. El ambiente increíble, un vintage que enamora. La atención excelente! 1000% recomendado.