El lugar tiene un execelente ambiente, una comida espectacular e única y unos cócteles completamente exóticos y clásicos. El precio lo vale, aunque los postres que se pidieron (esfera de chocolate y M100 ) eran un poco hostigantes eran de muy buen sabor. Lo único es qué hay muy pocos meseros para la cantidad de mesa y a veces es difícil contactarse con ellos. Una experiencia increíble