Arigato es un restaurante auténticamente japonés, no se trata de comida gourmet sino de recetas caseras. El lugar no es el más llamativo, es un lugar muy sencillo que va de la mano con el origen de los platos. Los sabores por otro lado la sacan del estadio, son únicos, realmente nunca había probado en Bogotá un restaurante con esta autenticidad. Los platos me devolvieron 15 años y me recordaron los sabores que disfrutaba en los restaurantes japoneses más auténticos y sencillos de Australia. El servicio también es muy bueno, los dueños lo atienden a uno con toda la sencillez del mundo y los platos cuestan alrededor de 25,000. Vayan y prueben un restaurante japonés como ningún otro en Bogotá.

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