Me encantó todo en este restaurante, la comida, la atención, el ambiente. Pedimos de entrada las albóndigas, como platos fuertes el cochinillo, el rabo de toro al vino y el entrecote París. Además como estuvimos por un cumpleaños el postre eran profiteroles y estaban espectaculares! Buenas porciones y precios razonables, volveré y lo recomiendo 100%