Uno de mis favoritos en Bogotá, definitivamente regresaré en mi próxima visita. Fuímos a almorzar un grupo grande así que aprovechamos para degustar varios platos. Uno de los mejores fueron los ravioles de rabo de toro 🔝, el arroz caldoso muy bueno. Las pizzas de masa ultra delgada y crujiente. La burrata con los tomates asados excelente al igual que el pulpo. Los postres deliciosos, regresaría una y otra vez sólo por el Pavlova de frutos rojo.... a otro nivel. Carta de vinos variada y buen servicio. Salud!!!