Es una de las experiencias gastronómicas más destacables que he tenido la oportunidad de vivir. La atención de primera, el ambiente sumamente agradable y lleno de historia. La comida de excelente sabor y toques interesantes. Cómo estaba de cumpleaños, me regalaron el postre, un Cheesecake de Rosas... espectacular!!! Definitivamente un lugar a visitar en Bogotá