El lugar ofrece un ambiente agradable, realmente evoca los famosos Pub en el centro de Londres. Buena música; gente joven atendiendo de buena manera; para comenzar y refrescarme, en una tarde soleada, comencé con una cerezada. Estaba deliciosa, sabores ácidos mezclados adecuadamente con los dulces, logró su objetivo, una bebida muy refrescante. En el plato fuerte, no me fue tan bien, pedí Salmón con camarones en salsa marinera de vino blanco. Desafortunadamente, la salsa nunca la pude degustar, el filete estaba seco y demasiado pasado por el fuego, los camarones de buen tamaño pero con poco sabor. Muy regular. Quizás por el ambiente vuelva, valdría la pena probar otros platos.

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