El ambiente es muy agradable y el servicio es aceptable, pero nos encontramos con que no hay mucha consistencia en los platos. Pedimos entradas y estaban deliciosas, una hora después volvimos a pedir algunas de las mismas entradas y ya no estaban iguales, sabían saladisimo y no tenían la misma frescura. Entiendo que ya era tarde en la noche, pero no existe excusa para bajar la calidad de la comida por cansancio o algo así.