El ambiente de La Provence es muy especial y sobresale, ya que es muy diferente al estilo hipster que tienen todos los restaurantes ahora. Es kitsch, colorido y casi siempre tiene música en vivo. La comida, típica francesa, está bien realizada. Aplaudo que cobren precios justos por el trago pero deberían revisar los cocteles de la casa, están muy flojos.