Aunque en principio puede pasar desapercibido, es uno de los mejores restaurantes en los que estado en la T. La carne que ordené estaba cocinada a la perfección y los acompañamientos estaban deliciosos. La atención es buena, sin embargo, le preguntamos al mesero si el corte era grueso -a lo que nos respondió que sí- y resultó no serlo. De igual forma, es un restaurante imperdible con su puerta en forma de biblioteca.