Es uno de esos sitios que lo transporta a uno. Es un clasico bogotano y uno se siente en los años 70. El servicio excelente y el fondue a la altura. Tiene una mistica chevere junto con un señor en un piano que nunca para.
Es uno de esos sitios que lo transporta a uno. Es un clasico bogotano y uno se siente en los años 70. El servicio excelente y el fondue a la altura. Tiene una mistica chevere junto con un señor en un piano que nunca para.
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