Me sorprende el gran número de reseñas positivas sobre este lugar. Yo estuve allá para un almuerzo del día. Terminé pagando casi 30,000 (el costo del almuerzo, más una porción de tamagó, sushi de huevo encurtido). Recuerdo un arroz mazacotudo casi incomestible, una ensalada simplísima, el tamagó no muy fresco, y un pescado apanado aceptable, pero digno de Burger King. Hasta la sopa me dejó confundido, pues era una especie de miso más bien sospechoso. Realmente no lo recomiendo para nada (el servicio OK, sobretodo la dueña japonesa, que sí es muy amable).